Los padres quieren lo mejor para sus niños pequeños, pero en ocasiones, poco a poco y casi sin darse cuenta, los problemas comienzan a aparecer y hacen que los primeros años de la vida del niño sean más difíciles de lo necesario.
Podemos ayudar cuando los padres o los cuidadores están preocupados por los problemas que afectan a sus niños como, por ejemplo:
Comportamiento agresivo.
Un comportamiento que denota tristeza y aislamiento.
Problemas de sueño y alimentación.
Inquietud, irritabilidad.
Dificultad para comunicar sus necesidades y preferencias.
Dificultad para llevarse bien con otros niños o adultos.
También podemos ayudar a los padres cuando tal vez:
Duden sobre lo que se considera normal o lo que se puede esperar.
Se sientan abrumados, deprimidos o aislados.
Traten de combatir los recuerdos de una infancia difícil.
Estén lidiando con las tensiones que dificultan concentrarse en la crianza de los niños.
“Como médico pediatra me parece motivador saber que existen recursos como los que ofrece Cooper House y Fussy Baby Network. Las capacidades y especialidades únicas de los profesionales en Cooper House contribuyen a la salud y el bienestar de los niños y sus familias”